El etólogo y primatólogo Dr. Jordi Sabater i Pi ha pasado a la historia por ser la persona que trajo a Copito de Nieve, el gorila albino, al zoo de Barcelona y por ser el introductor de la etología en España. Pero pocos saben de su filosofía de vida, basada en el respeto a los animales, con la que se declaraba abiertamente contrario a mantener animales en cautividad en los zoos. Fue quien descubrió al mundo que los chimpancés construían herramientas y trabajó durante un tiempo estudiando a los gorilas junto a Dian Fossey.

El Dr. Sabater i Pi murió en Barcelona en agosto de 2009. Por eso, en su honor, es un privilegio poder contar con la posibilidad de seguir escuchando de su propia voz la historia de su vida, sus descubrimientos, pero por sobre todo su filosofía con respecto a la relación que tenemos con los animales no humanos. Rescatamos con especial cariño una entrevista realizada por el periodista Ramón Pellicer en el año 2008 en un ciclo de TV3 llamado (S)avis en el que le dedicaron una entrevista de 62 minutos.

Podría ser contradictorio, y en cierta manera lo es, que quien en su edad madura se declarara de esta manera, durante su juventud trabajara en la colonia franquista instalada en Guinea Ecuatorial, Ikunde, ayudando a capturar y a comprar animales que terminarían en la colección del zoo de Barcelona. Pero como el mismo Dr Sabater i Pi confiesa en una de las últimas entrevistas que se le hicieron en vida, esto le hacía tener cargos de conciencia, no se sentía feliz con este trabajo, pero las circunstancias de la época lo empujaron a tener que aceptarlo. En la misma entrevista explica cómo fue su primer encuentro con Copito de Nieve, y al preguntarle el periodista Ramon Pellicer si sintió lástima por él, Sabater i Pi responde que le dio lástima ver cómo estaba de deteriorado cuando lo vio por primera vez, pero que también le daba lástima verlo en el zoo. Confiesa que llegó a deprimirse al ver a Copito en el último tiempo en el zoo de Barcelona. Pellicer le pregunta si el gorila murió dignamente, a los que el primatólogo contesta con un hilo de voz: “lo mataron” (refiriéndose a la eutanasia que le fue practicada tras que la cirugía del sarcoma que presentaba no diera buenos resultados).

Más adelante, en la misma entrevista Pellicer le pregunta por sentimientos que pueden tener los primates:

¿Ríen?

¿Se deprimen?

Los grandes primates sí, en los zoos están deprimidos.

Odian, sí. Lloran, sí. Tienen miedo, mucho, viven en un mundo de miedo. Recuerdan, sí. Sueñan, sí. Son celosos, uff, tremendo. ¿Y fieles? Yo diría que sí. ¿Son capaces de sentir felicidad? Sí. Son bastante similares básicamente a los humanos.

Tratamos indebidamente a todos los animales, deberíamos seguir las palabras de Buda “no causes ningún dolor a ningún ser viviente”. Eso el cristianismo no lo dice.

Ya sobre el final de la entrevista:

¿Para qué sirven los zoos?

Yo estoy en contra de los zoos. Los zoos sirven para mostrar animales que hoy en día puedes verlos en películas, buenas películas, o haciendo viajes a Kenya, Tanzania, u otros lugares de África. Por lo tanto creo yo que los zoos hoy en día no tienen sentido.

No obstante eso, dado que los niños son los principales visitantes del zoo, ¿no pueden servir para sensibilizar a la población sobre la naturaleza y sobre los animales?

Al contrario, puede servir para eso y puede servir para que veas que aquel animal ahí dentro está muy restringido, como en la prisión. O sea que eso tiene doble lectura.

Sobre los toros ya ni le pregunto…

Bueno, es una barbaridad, terrible (…)

Usted es vegetariano, ¿por gusto o por respeto a los animales?

Un poco por gusto y un poco por respeto.

Y por salud

Si, también por salud

 

 

Mucha gente en Barcelona cerraría el zoo, probablemente la gran mayoría, Sabater i Pi formaba parte de esa mayoría. De hecho, lo hacen pasivamente cuando no lo visitan. Si tenemos en cuenta que en 10 años el zoo perdió el 40% de sus visitantes mientras la ciudad experimentó un 200% de aumento del turismo. Debemos tener en cuenta que de las 720.000 visitas que recibió el zoo en el último año, muchas son turistas, muchas son colegios donde las niñas y niños no deciden ir, y muchas son visitas múltiples de las mismas personas. Y si además tenemos en cuenta que sólo en Barcelona viven 2.700.000 personas y que el zoo generó un déficit público de decenas de millones de euros en esos 10 años, llegaremos a la conclusión que un programa como ZOOXXI quizás no sea lo que los lobbies del tráfico legal de especies dicen que es, una sentencia de cierre, sino la última oportunidad que tiene el zoo de convencer a gente cómo Sabater i Pi que estas instalaciones pueden transformarse en algo de provecho para los animales y para el Planeta.