Elefantes: los zoos vuelven a perder terreno en CITES

Del 14 al 25 de noviembre se celebró, en Panamá, la 19ª Conferencia de las Partes (CoP19) de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Fondation Franz Weber (FFW), que trabaja para la protección de los elefantes africanos desde los orígenes de esta convención en 1975, acudió una vez más para facilitar el diálogo y asistir a los países del “área de distribución” de esta especie, entendida como la zona de la que son originarios los elefantes africanos.

En esta CoP la tensión era particularmente elevada teniendo en cuenta la escandalosa captura ilegal de elefantes para ser comercializados en zoológicos, de la que ya les informamos en distintas ocasiones en nuestro blog.

Es por esto que un equipo interdisciplinario compuesto de científicos, abogados y especialistas en elefantes se hizo presente en nombre de FFW y la Plataforma civil ZOOXXI. Esta delegación viajó a Panamá con el objetivo de continuar velando por la conservación del elefante y su hábitat en África. Pero principalmente para evitar que estas exportaciones ilegales hacia zoológicos continúen ocurriendo.

Para recapitular, es de vital importancia recordar que según el país de origen del que se esté hablando, los elefantes africanos están incluidos en dos Apéndices separados de CITES: el Apéndice I (que garantiza los máximos niveles de protección) y el Apéndice II (que garantiza una trazabilidad de los productos derivados de la explotación y, a veces, algunas restricciones). Pero lamentablemente, en los últimos años, se ha demostrado que la división de las poblaciones de elefantes africanos en diferentes apéndices ha supuesto discrepancias en la interpretación del comercio de elefantes africanos en función del país de origen. En definitiva, la falta de uniformidad de los criterios sobre el comercio de elefantes africanos vivos menoscaba la aplicación y el correcto cumplimiento de la CITES.

El Grupo de Especialistas en Elefantes Africanos de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN, se opone formalmente a sacar a los elefantes africanos de la naturaleza para cualquier tipo de cautiverio, ya que entienden que no hay una contribución directa a la conservación in situ de los elefantes africanos, es decir acciones de protección directa al hábitat de los elefantes y sus poblaciones silvestres. Hablamos de una red global de más de 95 expertos técnicos dedicados a promover la conservación, a largo plazo, de los elefantes y un grupo de referencia indiscutible en la materia.

Pero aún así y contra todo pronóstico, el deseo de disponer de elefantes por parte del sector de los zoológicos continúa a pesar del importante y creciente cuerpo de información que enfatiza los problemas que enfrentan los elefantes confinados, incluido el comportamiento estereotipado, las altas tasas de mortalidad neonatal y la disminución de la esperanza de vida. Los elefantes todavía se capturan con frecuencia de la naturaleza y se obtienen de campamentos de elefantes cuestionables cuando aún dependen de sus madres. Estas capturas de elefantes salvajes tienen graves efectos perjudiciales para el bienestar y la supervivencia de los mismos, así como de las familias y manadas de las que son extraídos. Esto tiene implicaciones negativas sustanciales para la conservación de los elefantes salvajes y todos sus ecosistemas.

Antecedentes. 

En la anterior CoP18 (Ginebra, 2019) se votó a favor de prohibir el comercio de elefantes africanos vivos de las poblaciones de Botsuana y Zimbabue a sitios ex situ, esto es, a zoológicos que se encuentran fuera de las zonas originarias de la especie. Pero Namibia desafió las reglas haciendo una interpretación propia de la normativa para así exportar elefantes a zoos de Emiratos Árabes. Esta polémica motivó que el Comité Permanente de CITES, que se celebró en marzo de 2022, invitara a proponer en esta CoP un marco jurídico claro para el comercio de elefantes africanos vivos.

Como era de esperar, esta CoP19 en Panamá fue un verdadero campo de batalla en donde se debatió intensamente. Dos posturas eran claras, países que querían resguardar a los últimos elefantes africanos en su hábitat y por otro lado, países que apoyaban la idea de que los elefantes pueden ser vendidos a zoológicos al otro lado del mundo. Junto a la coalición del elefante africano nos encontrábamos la mayoría de ONGs científicas y de conservación. Junto a los países pro explotación, las asociaciones de zoológicos.

Resultado. 

Varios países miembros de la Coalición del Elefante Africano (AEC), una alianza de más de 30 países de la región, presentaron una propuesta para resolver esta falta de claridad jurídica. Sin embargo, la UE prefirió no tomar una posición clara y propuso en su lugar establecer un diálogo entre la AEC y  aquellos países del sur de África que desean vender a los elefantes. Al final, las Partes de CITES eligieron la propuesta de la UE, pero con una condición: una moratoria sobre todas las exportaciones de elefantes de África mientras el ‘diálogo’ está en curso. Esta decisión protegerá temporalmente a los elefantes hasta que las Partes de CITES tomen una decisión final.

Ahora nos esperan discusiones y mucho trabajo durante los próximos años para que esta solución provisional se convierta en permanente pero nos acompaña la convicción, experiencia y la ciencia. Los elefantes son seres complejos que simplemente no pertenecen al cautiverio.

La exportación de elefantes para conservación ex situ no supone ningún beneficio para su conservación in situ, por el contrario, perjudica a las poblaciones silvestres.

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