El zoo de Barcelona edulcora la triste vida y muerte del gorila Xebo

ZOOXXI señala la falta de transparencia del zoo de Barcelona, al no detallar la causa de la muerte del gorila Xebo.
Denuncian que la vida del primate estuvo marcada por el miedo al dolor de las descargas de pastores eléctricos.
Instan a aplicar la ordenanza aprobada en 2019 por Iniciativa Ciudadana, para evitar nuevos nacimientos sin reintroducción, así como estudiar la derivación de animales.

Barcelona | 6 de febrero de 2024

El zoo de Barcelona informó ayer de la muerte del gorila Xebo, a la edad de 39 años. Nacido en el zoo de Rotterdam en 1985, llegó a Barcelona en 1996 en el marco del programa EEP (European Endangered Species Programme) de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). En su publicación a través de redes sociales, y con la opacidad habitual, el zoo de Barcelona no informa de la causa concreta de la muerte del animal, más allá de “un proceso de debilitación que no se ha podido revertir”.

Xebo ha tenido descendencia, ha sido padre y abuelo, pero ninguno de estos individuos ha sido reintroducido en la naturaleza. Han pasado a engrosar la lista de gorilas que nacen y mueren en cautividad en los zoos europeos, negocios basados en la exhibición de animales. La situación es tan paradójica que en la Guía de Buenas Prácticas para el gorila de la EAZA, elaborada por el propio zoo de Barcelona, hay un capítulo dedicado a la “superpoblación de machos”. Recientemente, la EAZA se ha visto obligada a publicar un posicionamiento en el que reconoce que: “se necesitan soluciones adicionales para evitar una situación problemática en los próximos años, con demasiados machos adultos que no pueden convertirse en líderes de grupos, no pueden permanecer en un grupo de solteros y para quienes una larga vida solitaria es una preocupación de bienestar y no es deseable”.

XEBO: UNA VIDA MARCADA POR EL MIEDO AL DOLOR DE LAS DESCARGAS ELÉCTRICAS

Si se observan detenidamente las instalaciones de los gorilas del zoo de Barcelona, se pueden ver pastores eléctricos en diferentes lugares de los patios exteriores. Se ponen para que no puedan acceder a árboles ni a césped, priorizando la estética del lugar a ojos del visitante a las necesidades comportamentales de estos primates, como el forrajeo. Otro lugar donde los podemos ver es en un pasillo con vidrios, a modo de expositor, donde los encontramos en espacios realmente reducidos y poco naturalizados, expuestos a las miradas del público, que se puede acercar y golpear los cristales.

Se observan diferentes comportamientos estereotipados en los gorilas del zoo de Barcelona, que dan buena cuenta de la falta de bienestar de los individuos: dar vueltas sobre sí mismos, arrancarse pelos a sí mismo o a otros, comerse el propio pelo arrancado (tricofagia), comer heces de forma repetitiva, zonas del cuerpo con falta de pelo, tocarse repetitivamente ojos y nariz, comportamiento apático.

Por supuesto, el zoo de Barcelona no da explicaciones de todas estas cuestiones. El hecho de que el público no advierta estas situaciones es una buena prueba de que el modelo educativo del zoo no puede explicar quiénes son los gorilas. Si lo hiciera, sería el propio visitante el que pediría explicaciones al zoo por la situación de estos animales.

ZOOXXI lamenta profundamente la vida que ha tenido Xebo en el zoo de Barcelona, institución que sigue sin cumplir con la ordenanza aprobada en 2019. En particular para los gorilas, el zoo debería detener la reproducción y buscar un santuario que pueda brindarles mejores condiciones de bienestar, donde estos grandes simios puedan expresar su comportamiento natural, fuera de la vista del público.

Entrevista sobre la situación del gorila Xebo: